09 Nov Restauración de la capilla de San Fulgencio de la Catedral de Plasencia
La restauradora pacense Carmen Vega Vera está llevando a cabo una obra en la Catedral de Plasencia subvencionada por la Junta de Extremadura. Concretamente está realizando la limpieza, consolidación de la estructura, reintegración de la policromía, etc. del retablo, las esculturas, los adornos pétreos y la reja que se conservan en la llamada capilla de San Fulgencio o de la Inmaculada, situada en la nave del Evangelio y en el lateral exterior del coro capitular placentino.
El espacio de la capilla no es muy grande, pero contiene piezas de notable valor artístico. Según consta en la documentación capitular, don Fernando de Montemayor, deán de la Catedral, compró y dotó la capilla en 1640. Inmediatamente contrató al cantero placentino Pedro de Figueroa para esculpir la bella bóveda (llena de armas heráldicas) y otras piezas como el altar o la losa de su futuro enterramiento. En ese mismo año otro placentino, el pintor Miguel González, fue encargado de policromar la piedra esculpida.
El mismo año de 1640 se obró el retablo de la capilla, aunque no conocemos su autor. Y en 1642 Juan María Castaño contrató con el deán la escultura de las imágenes que ocupan las hornacinas. E igualmente el citado pintor Miguel González fue encargado de dorar, estofar y policromar el retablo y las esculturas. Su trabajo fue tan bien recibido que también fue requerido en 1644 de decorar la reja que cierra la capilla.
En efecto, en 1643 el deán Montemayor había contratado con los herreros Andrés Morera y Juan Rosado adaptar a su capilla una parte de la antigua reja que el Obispo Guitierre de Vargas Carvajal había mandado realizar en Toledo por el maestro Domingo Céspedes para el coro catedralicio. De hecho, enfrente de la pieza que estamos describiendo, en la antigua capilla del Nazareno, se encuentra la parte central de esa reja episcopal que fue sustituida a principios del siglo XVII por la de Juan Bautista Celma que sigue custodiando nuestro coro.
JM Ramos